nuestros corazones
se encontraron,
cantaron,
y lentamente
se cocieron
cada visteo que
nos dábamos
recargaba el
corazón;
pero al final
la mitad que dejaste
se despedazó,
rajó,
rechazó
tu regreso
m. raquel medina
A veces nos encariñamos demasiado a la persona que queremos. A veces nos cuesta separarse de esa persona tanto que creemos que se nos va nuestro latido. Pero a veces esta bien rechazar lo malo que nos hizo daño. A veces está bien cuidar el corazón partido.
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